Mira que si la solución a Terra Mítica era una tele...

Que Terra Mítica es un fiasco no lo dicen solo los rojos. Ahora lo dicen hasta ellos mismos. Dice un comunicado del propio parque temático que van a instalar dos pantallas gigantes de televisión para poder ver el Mundial. Y de paso pues también las carreras de motos y de fórmula 1. ‘Ahora ya no tienes excusa’, reza el lema de promoción del parque para esta iniciativa. ¡Coño! Si al final resulta que era eso. Poner dos teles de matrimonio y ya no hay excusa para no ir al parque.

Ya me veo a la gente haciendo cola a la entrada del recinto para ver los partidos de España o de Inglaterra –hay mucho inglés en Benidorm- o para seguir el gafe de Sete Gibernau o incluso para unirse a la insoportable marea azul de Fernando Alonso. Estamos salvados. Los millones van a entrar a chorros por las taquillas del parque temático.

¿De qué valen pues tantos millones enterrados en modernas atracciones? La cuestión era meter dos teles. ¿Cómo no se nos ocurrió antes? A no ser, claro, que al que hizo el parque le importara un huevo y la yema del otro lo que se hacía y lo que de verdad tenía importancia era lo que valía y cómo se cobraba. Que mal pensado soy…

Preguntas. ¿Quién ha sido el proveedor de las teles? ¿Cuánto valen? ¿Cuánto ha pagado por ellas el parque? Porque claro, después de leer lo que está destapándose por el caso de las facturas falsas de Terra Mítica, sobre los sobrecostes y las bolsas de basura llenas de dinero que acababan en los maleteros de los coches con ignotos destinos, a ver quién es el tonto que no le vende a Terra Mítica cualquier cosa, por insignificante que sea, por menos de seis veces su valor real.

Y la reflexión final. ¿Por qué los malos siempre meten el dinero que pagan para sobornos y cohechos varios en bolsas de basura?