Un feliz ‘accidente’
La nuestra es una sociedad extraña. Cuando estos días me quejo del caos del tráfico o de las obras o de que en mi casa se vaya la luz cuando le parezca en plan república bananera, suelo amenazar, en la mesa del bar y ante unas cervezas con salir en manifestación para quejarme. Mi indignación va subiendo, me pregunto cuándo tardaran los ciudadanos en tomar la calle, hartos de atascos, ruidos o de unos servicios públicos deficientes. Mi acaloramiento lo corta de raíz un amigo que, desde hace ya meses, me repite: “Pero… ¿qué va a pasar en una ciudad donde mueren más de 40 personas en un accidente de metro y no pasa nada?”.
La decepción de pertenecer a una sociedad dormida alberga, por el contrario, la esperanza de verla despertar. Ejercer de despertador de conciencias debería ser casi una obligación moral de los que piensan –pensamos- que hay algo mejor que un circuito urbano de fórmula 1. Una mirada a la gente, a los barrios, a la vida del día a día, que, como todos sabemos, no se baña en Moët Chandon ni viaja en boeings 747.
Por eso me alegro de que Testigo Accidental –blog de referencia en la pequeñita pero cada vez más animada blogsfera valenciana- cumpla un año. Porque frente a la política de trazo grueso que se practica en nuestras Cortes, la economía del ladrillazo y tente tieso y la política social de la alfombra roja, hay historias personales, que son en las que se fija Juan Enrique Tur. Y eso, hace mucha más falta de la que parece.
Que lleve ya un año siendo testigo crítico de la realidad, convierte al día que se puso en marcha Testigo Accidental en un ‘feliz accidente’. No dejéis de visitarlo cada día.
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Para Juan Enrique directamente: Mestalla... si yo te contara... Mi sensación es que, al final, todos acabaremos pagando de nuestros impuestos los negocios privados de los clubes de fútbol, incluido (o especialmente) el Valencia. No sería la primera vez, ni la última. Ahí están negociando nuevas amnistías fiscales para unas entidades deportivas que, hay que insistir en que son privadas. Por si te apetece, lee el artículo que salió hace una semana en Cinco Días. Lo peor del caso es que posiblemente Soler ya se ha gastado o ya ha comprometido bastante más de lo que aún no ha sacado de Mestalla.
La decepción de pertenecer a una sociedad dormida alberga, por el contrario, la esperanza de verla despertar. Ejercer de despertador de conciencias debería ser casi una obligación moral de los que piensan –pensamos- que hay algo mejor que un circuito urbano de fórmula 1. Una mirada a la gente, a los barrios, a la vida del día a día, que, como todos sabemos, no se baña en Moët Chandon ni viaja en boeings 747.
Por eso me alegro de que Testigo Accidental –blog de referencia en la pequeñita pero cada vez más animada blogsfera valenciana- cumpla un año. Porque frente a la política de trazo grueso que se practica en nuestras Cortes, la economía del ladrillazo y tente tieso y la política social de la alfombra roja, hay historias personales, que son en las que se fija Juan Enrique Tur. Y eso, hace mucha más falta de la que parece.
Que lleve ya un año siendo testigo crítico de la realidad, convierte al día que se puso en marcha Testigo Accidental en un ‘feliz accidente’. No dejéis de visitarlo cada día.
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Para Juan Enrique directamente: Mestalla... si yo te contara... Mi sensación es que, al final, todos acabaremos pagando de nuestros impuestos los negocios privados de los clubes de fútbol, incluido (o especialmente) el Valencia. No sería la primera vez, ni la última. Ahí están negociando nuevas amnistías fiscales para unas entidades deportivas que, hay que insistir en que son privadas. Por si te apetece, lee el artículo que salió hace una semana en Cinco Días. Lo peor del caso es que posiblemente Soler ya se ha gastado o ya ha comprometido bastante más de lo que aún no ha sacado de Mestalla.
3 Comments:
Muchas gracias Solet. Sinceramente no esperaba recibir un regalo por el aniversario del blog, pero el que me has hecho con tu texto es espectacular, sobre todo viniendo del autor de un blog cuya existencia creo que terminó de animarme a poner en marcha el mío. No dejes tú tampoco que te venza el desánimo y sigue escribiendo, que como bien dices, por nuestros lares las voces discordantes hacen falta. Lo dicho, muchísimas gracias.
Qué fuerte lo del fin de semana en El Cabanyal no?
Gente que no se baña en Moët Chandon ni viaja en jet privado... y que tampoco se queda embobado contemplando el lujo de algunos como el siervo, el negrito bueno con sus guantitos blancos extasiado con algo que "no es para él".
Es la sensación que tengo de la gente de esta ciudad, trabajadores que van prestos a ver como lo pasan los Bertarelli, los Ecclestone, o que acuden solícitos a saludar prinzesas y príncipes... esa clase de siervos a los que han despojado de su ciudadanía voluntariamente, con los ojos como platos bajo el fulgor de la imagen... mientras hacen cola en las urgencias de un hospital o compran el "Super Deporte" al lado de unos extraños barracones de donde salen niños.
Pues vaya, con lo entretenida que me teneis los dos... si yo estoy segura que al final todo será una broma y lo que explicais cada día es mentira. Qué pena que una palpito me dice que no :(
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