¡Que se acabe el verano ya!
Me pide un amigo que ponga por aquí (debe pensar, pobre, que esto tiene alguna influencia..) que está harto de los músicos ambulantes que 'amenizan' las comidas o los cafés en las terrazas de Valencia. "Si al menos tocaran bien...", se lamenta. Estoy con él. Es una auténtica tortura. Entre guitarreros, acordeonistas y hombres orquesta, a veces resulta imposible mantener una conversación durante la comida. A ver si llega el frío y se van a otra ciudad...
2 Comments:
Pues a mi me encantaría disponer de hilo musical ambulante tanto en el paraíso como en la jungla tropical del congo, dile a tu amigo que ya os vale
No podría estar más de acuerdo con el comentario anterior
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