jueves, abril 19, 2007

Censos inflados

Carlos Fabra no quiere perder su corralito. Como los augurios que le llegan no son demasiado claros sobre si mantendrá o no la presidencia de la Diputación de Castellón, un puesto que parece estima le corresponde por herencia familiar, el dirigente popular está dispuesto a hacer lo que haga falta.

En este sentido hay que enmarcar los empadronamientos masivos registrados en la provincia de Castellón que investiga la fiscalía. De momento se sabe de 10 pueblos. Muchos de estos municipios penden de unos cuantos votos para decantar el ayuntamiento a un lado o a otro (es decir, al PSOE o al PP). Y los concejales influyen finalmente en la composición de la diputación provincial.

A veces tengo la sensación de que el PP, entre sus batallas internas (zaplanistas laminados) y los casos que están bajo el foco judicial (desde Terra Mítica a Fabra pasando por Alperi o algunos alcaldes del sur de Alicante), está haciendo todo lo posible por perder las elecciones. El problema es que de momento no se ve que el PSOE esté haciendo todo lo posible por ganarlas.