Varapalo constitucional
Sería hilarante si el asunto no nos implicara a todos. "Hemos probado qué se siente cuando nos miran y nos admiran", dijo un presidente Camps demasiado eufórico en su debate de investidura. Apenas un mes después hemos tenido ocasión de probar qué se siente al hacer el ridículo. El varapalo que el Tribunal Constitucional ha propinado a la Generalitat valenciana, al rechazar la admisión a trámite del recurso presentado contra el Estatuto de Andalucía y tachar su pretensión de "extravagante", pasará a los anales. Se asombra el alto tribunal de que el Consell reconozca explícitamente la constitucionalidad de lo que impugna y de que, en realidad, pretenda la ilegalización de otro Estatuto, el de Cataluña, en el que se vinculan las inversiones del Estado al peso del PIB catalán en el conjunto de España. Desde luego, si de lo que se trata es de llamar la atención, lo hemos conseguido de nuevo. ¡Vaya que sí!
Adolf Beltran, este lunes, en
El País.
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