jueves, octubre 25, 2007

Las pifias de Calatrava

En Bilbao se dice que Santiago Calatrava hace cosas bonitas que no sirven para nada. El arquitecto valenciano no despierta simpatías desde que en 1997 pusiera sobre la Ría el puente Zubi Zuri. Los paseantes se resbalan cuando llueve y el suelo se rompe.

Durante esta década, el Ayuntamiento ha tenido que cambiar todas las losetas de cristal –560–, y como son de diseño, cada unidad sale a 240 euros. El desembolso de las arcas municipales supera ya los 140.000 euros.

Con este antecedente, el Ayuntamiento recibió en febrero como un bofetón una demanda de Calatrava, después de que este polémico puente quedase unido a una pasarela peatonal, obra de otro arquitecto-estrella, el japonés Arata Isozaki. “Ya está bien de la dictadura del señor Calatrava”, explotó entonces el alcalde, Iñaki Azkuna.
Así empieza un artículo de Público de hoy sobre los problemas de las obras de Santiago Calatrava. No están todas las que son, que son muchas y variadas, pero sirven de ejemplo del desastre de este hombre.

Actualización, viernes 26. Hoy en El País, Los alcaldes, contra Calatrava

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sembla que els pobres contribuents no entenem el geni del senyor Calatrava. En realitat ell no és un arquitecte, sinó un artista que es dedica a dissenyar escultures de dimensions descomunals, amb pressupost il·limitat. No podem exigir-li que les seues escultures hagen de tindre una determinada funcionalitat, simplement són obres d'art per admirar i no tocar.

11:48 p. m.  

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