lunes, diciembre 11, 2006

Antoni Llidó

Hace un mes aproximadamente, la familia de Antoni Llidó, el sacerdote valenciano que desapareció a manos de los gorilas de Pinochet, celebraba con prudencia, junto con otras miles de víctimas, la pérdida de inmunidad del dictador. Pinochet murió ayer sin responder a las numerosas causas por crímenes que tiene abiertas. Entre ellas, la de Antoni Llidó. La valentía de las víctimas de su régimen de terror y de aquellos que no han tolerado que el olvido se asentara permitirá que la figura del tétrico dictador pase a la historia como lo que fue. Un asesino.