Periodismo de trinchera
Hace hoy justo un año salió la primera edición de L'informatiu.com, un nuevo medio de comunicación en la red que vino para llenar un hueco en la información valenciana: el periodismo de trinchera.
Durante estos 12 meses con un reducido, pero apañado, equipo de periodistas, L'informatiu ha levantado varias exclusivas, se ha posicionado en temas que preocupan a los valencianos decentes y ha dado voz a muchos que no la tienen en los medios tradicionales.
En un país normal, L'Informatiu tendría el apoyo de la sociedad civil, no sólo en la lectura de sus noticias, si no también en todo lo necesario para que este aire fresco que llegó al periodismo valenciano se consolidase como proyecto. Como no es un país normal, los compañeros y amigos de L'informatiu suplen esas carencias con más horas de su trabajo.
A estas alturas de la jugada, con la impotencia que parece nos alcanza a muchos ante un país que tiene corruptores que regalan trajes, corruptos que aceptan trajes y impresentables que recomiendan que no se hable de los trajes, que exista un periodismo en primera línea de la batalla por la recuperación de la normalidad democrática de nuestra sociedad, debería ser motivo de alegría para unos y de temor para otros.
Per molts anys!
Durante estos 12 meses con un reducido, pero apañado, equipo de periodistas, L'informatiu ha levantado varias exclusivas, se ha posicionado en temas que preocupan a los valencianos decentes y ha dado voz a muchos que no la tienen en los medios tradicionales.
En un país normal, L'Informatiu tendría el apoyo de la sociedad civil, no sólo en la lectura de sus noticias, si no también en todo lo necesario para que este aire fresco que llegó al periodismo valenciano se consolidase como proyecto. Como no es un país normal, los compañeros y amigos de L'informatiu suplen esas carencias con más horas de su trabajo.
A estas alturas de la jugada, con la impotencia que parece nos alcanza a muchos ante un país que tiene corruptores que regalan trajes, corruptos que aceptan trajes y impresentables que recomiendan que no se hable de los trajes, que exista un periodismo en primera línea de la batalla por la recuperación de la normalidad democrática de nuestra sociedad, debería ser motivo de alegría para unos y de temor para otros.
Per molts anys!
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