lunes, febrero 05, 2007

¿Vale más Astroc que Iberia?

Vaya pregunta ¿verdad? Pues no es que me la haya formulado yo así por ciencia infusa. Leí la respuesta el otro día en un artículo en Cinco Días (enlace de pago). Y entonces sí me hice la pregunta. ¿Vale más una empresa que hasta hace dos días no sabíamos muy bien a qué se dedicaba que una compañía aérea de bandera? La Bolsa dice que sí. El sentido común es otra cosa. Pero aplicar el sentido común al mercado, en algunos casos, puede ser hasta temerario. Por ejemplo, y así aprovecho para enlazar la entrada de Pierre Nodoyuna de hoy que me ha encantado, Terra era la empresa con mayor número de accesos a Internet de España. Sin embargo acabó no valiendo ni una perra gorda y absorbida por Telefónica. Y de paso se tragó los ahorros de miles de españoles que no supieron o no quisieron ver lo que podía pasar.

Volvamos a Astroc. Cuando salió a Bolsa esta empresa tenía como fin social la gestión de suelo. Eso, entre tú y yo, significa lograr que un suelo que está destinado a plantar naranjos acabe siendo una hermosa parcela donde construir miles de chalés. Más entre tú y yo, eso se hace de muchas maneras. Y si estuviéramos solos en un bar tú y yo te diría en palabras más crudas lo que significa gestionar suelo.

Pero sin decir más de lo que pueda llevarme a la cárcel, lo que está claro es que para poder convertir un campo de patatas en un solar, hay que pasar por la Administración. Y ahí muchos recuerdan la estrecha amistad de Enrique Bañuelos con Consuelo Ciscar, alias La Pelos, esposa del ex consejero de Territorio, Rafael Blasco. El convenio con el IVAM y los premios que se daban mutuamente eran tan de vergüenza ajena que el día que se publicó el buen rollo que tenían acabaron por romperlo. La sombra del tráfico de influencias planeaba sobre una empresa que tiene que tratar necesariamente con la Administración para que en lugar de nabos haya cimientos.

Y entonces se fue Astroc a buscarse la vida fuera de su negocio natural, el que vendían como el más moderno del mundo, el que no hacía nadie más que ellos. E hizo un par de compras que aún cuesta desentrañar por lo complejas que las hicieron. Compró empresas que revendió en parte después a terceros y mientras, como en el caso de Landscape, prácticamente la vaciaba vendiendo sus activos. Y la CNMV callada como una muerta. Y mientras también Bañuelos seguía acumulando millones, tanto los que obtenía de vender su parte en Astroc -atrayendo a accionistas tan ilustres como Amancio Ortega- o de los dividendos que se repartió la compañía. Y con ese dinero, y el que ha ganado con los años de gestión de suelo se ha comprado algo más de un 5% del Sabadell, que ha día de hoy vale así como 573.208.484,4 euros. Esto en pesetas, para los que aún hacemos las cuentas con los dedos, son 95.374 millones de pesetas.

Hoy, casi al cierre, la participación de Bañuelos en Astroc valía 4.554 millones de euros. En pesetas, 757.726 millones de pesetas. La empresa, en total, vale, según la Bolsa, 8.828 millones de euros. Iberia vale 2.976 millones. Ya casi son tres veces lo que vale más Astroc que Iberia. Lo que da de sí gestionar suelo...