martes, noviembre 30, 2010

Adiós a las cajas

A lo largo de los próximos días, las dos cajas de ahorros valencianas van a firmar su acta de defunción. Pueden introducir todos los matices que quieran: que si las fusiones son frías, que si seguirán existiendo aquí... Palabrería. Léanse hoy dos cosas si tienen a bien.

Por un lado a Javier Alfonso:
Con el nuevo contrato, el SIP funcionará como un banco y las cuatro cajas accionistas (CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria) quedarán como meras ejecutoras de las órdenes de arriba, con control sólo sobre la obra social. Si se van a recortar las plantillas con miles de trabajadores que sobran, ¿no sería lógico empezar los recortes por los órganos de control de las cajas? ¿Para qué quieren 84 consejeros que perciben casi un millón de euros en dietas y 40 miembros de las comisiones de control que se embolsan más de medio millón?

La entrada completa la tienen en Naranjazos, su bolg en El Economista: El fin de la CAM, tragicomedia en tres actos.

Y, por otro, si quieren saber más, lean en Cinco Días el artículo Ordóñez pone fin a las fusiones frías al pedir más concentración

Y después recuerden que Camps dijo que los acuerdos de CAM con Cajastur y de Bancaja con Caja Madrid eran magníficos...