Los inventos del profesor Bacterio
Al consejero de Territorio, Esteban González Pons, no se le ha ocurrido otra cosa hoy que proponer que las plusvalías de los suelos que se reclasifiquen como urbanizables se repartan entre los propietarios de ese terreno en los últimos 25 años. Al margen del discurso próximo al estalinismo que ha realizado, seguramente al consejero sandía se le ha ocurrido esta tontería mientras iba de camino al acto en el que lo ha dicho.
Cualquier abogado podría ponerle mil pegas a la propuesta –ayer mismo me contaban que uno se preguntaba: “¿Y si en lugar de plusvalías da minusvalías? ¿También se reparten?- pero escojamos uno al azar que seguro que González Pons ni habrá pensado (¿o sí?). Ese sistema generaría una cantidad de dinero negro que ríete tú de lo que ocurre ahora. Imaginen. Yo le vendo un suelo a una constructora después de que se haya recalificado. Si sé que las plusvalías las tengo que repartir, le pido una cantidad legal y otra bajo mano. Como ocurre ahora para no pagar tantos impuestos. Pero a lo bestia.
Buscar ahora ser moderno para tapar los desmanes urbanísticos cometidos en esta comunidad es una estupidez de tal calibre que resulta hasta increible que nadie haya advertido al consejero del ridículo que iba a hacer.
Cualquier abogado podría ponerle mil pegas a la propuesta –ayer mismo me contaban que uno se preguntaba: “¿Y si en lugar de plusvalías da minusvalías? ¿También se reparten?- pero escojamos uno al azar que seguro que González Pons ni habrá pensado (¿o sí?). Ese sistema generaría una cantidad de dinero negro que ríete tú de lo que ocurre ahora. Imaginen. Yo le vendo un suelo a una constructora después de que se haya recalificado. Si sé que las plusvalías las tengo que repartir, le pido una cantidad legal y otra bajo mano. Como ocurre ahora para no pagar tantos impuestos. Pero a lo bestia.
Buscar ahora ser moderno para tapar los desmanes urbanísticos cometidos en esta comunidad es una estupidez de tal calibre que resulta hasta increible que nadie haya advertido al consejero del ridículo que iba a hacer.
1 Comments:
Doncs jo era l'amo dels bancals on ara està la Seu de València, allà per l'any 1.200. El catalanista Jaume I me'ls va furtar sense contemplacions, per a poder posar la paraeta on ara està el braç incorrupte de Sant Vicent Màrtir (també conegut com la Moixameta de la Seu).
Han passat més de 800 anys, que a un interès compost del 3.5% (segons els informes elaborats pel Marqués de las Olivas de Bancaixa i de Motilla del Palancar) apuja una millonà.
¿Qui me la pagarà? ¿González Pons? ¿Paquito Camps? ¿l'arquebisbe García Gasco? ¿la Rubia? ¿la Morena? ¿el Papa Valeriano, que una puta se trajo al Vaticano?
Una solución quiero.
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