Chantaje (2)

Leo hoy a Pedro Morata en As y no doy crédito (o sí, porque el mundo del periodismo deportivo es para darse a la bebida). En una columna de opinión, Morata le da primero un toque a Soriano por ir pidiendo ahora que le salven el culo las instituciones cuando llegó al club como salvador.

Soriano se metió él solito en la boca del lobo. Cuando se lo compró, sabía cómo estaba el Valencia de tieso económicamente. Y sólo él sabía sus cuentas, para comprometerse hasta las trancas que antes del 31 de diciembre habría vendido Mestalla y saneado el club. Ahora es preso de sus palabras y la credibilidad ganada la puede perder si no convierte en dinero ya pero ya, las promesas

Ahí debería acabar la cosa. Soriano se ha metido él solo en un berenjenal económico que conocía de sobra. Es el máximo accionista de una empresa privada -por muchos sentimientos que despierte entre los valencianos- y como tal debe afrontar la situación. Lo están haciendo muchas empresas, grandes y pequeñas. ¿Por qué debe ser una excepción el Valencia CF? El periodista de la Ser y de As lo explica así:

Si Soriano no vende, las obras del campo nuevo se paran. Se queda a medio hacer, sobre un suelo municipal. Vaya foto. Bancaja tendría que embargar Mestalla para cobrarse los 240. Soler debiera pagar la torre que compró por 90 millones. Y, entonces, Bancaja no tendría bastante para cobrarse y debería ejecutar a Soler por los 80 que tiene avalados. Y todos estos marrones caerían en la mesa de Rita y Camps. O sea:más vale que los de aquí y los del más allá ayuden a Soriano, para que obre el milagro.

En resumen, que hay que ceder, ¿no?

Pues no. Hace mucho que llegó el momento de decir basta a los desmanes de los clubes de fútbol. Si el Valencia, como el Levante, la Real Sociedad o muchos otros, debe acudir al concurso de acreedores (suspensión de pagos), que acuda. Eso evitaría que se desencadenasen las catástrofes de dimensiones bíblicas que augura Morata. Lo que no se puede permitir es que la caja y el ayuntamiento se plieguen a los intereses de una empresa privada en aras del sentimiento. Lo único que demuestra la teoría de Morata es que Rita y Camps también son presos de sus actos, de recalificaciones y pelotazos -Mestalla o Porxinos, da igual- y va siendo hora de que se ponga freno a tanta indecencia. En plena crisis, el fútbol no es una prioridad.

Lee el artículo completo de Pedro Morata en As. Soriano, la Virgen de Lourdes.